Noviembre 30, 2024 -H-

Otra crisis golpea a Venezuela: la violencia por hambre

Este 2016 Venezuela se consolidó como el segundo país más violento del mundo. La crisis económica se agravó este 2016 con una aceleración de la inflación que se calcula que llegará al 800 por ciento este año


Jueves 29 de Diciembre de 2016, 11:15am






-

Caracas, 29 de diciembre (La información).- En el 2016 Venezuela ha sufrido un proceso de empobrecimiento generalizado en la sociedad. Salvo una élite muy restringida todos los demás grupos han sufrido un deterioro dramático en su capacidad de compra, pese al aumento en varias ocasiones del salario mínimo. La escasez, el deterioro de los servicios básicos ha provocado una nueva situación en el país bolivariano: la aparición generalizada de la violencia por hambre.

Este 2016 Venezuela se consolidó como el segundo país más violento del mundo con una tasa de muertes letales que es 3,6 veces superior a las de Colombia (25,3 por cada 100.000 habitantes) y Brasil (25,1 por cada 100.000). El contexto de “arbitrariedad en el poder, empobrecimiento y escasez” ha provocado “la aparición generalizada de la violencia por hambre”, asegura el informe anual del Observatorios Venezolano de Violencia. Un informe, anual que muestra una verdadera radiografía de la inseguridad en el país.

El Observatorio ha calculado que 2016 cerrará con 91,8 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, es decir 28.479 fallecidos y un promedio de 78 diarios, lo que supone 3,25 a la hora y un muerto cada 20 minutos.

Estos demoledores datos ubican a Venezuela en el segundo lugar de los países con mayor violencia letal en el mundo, solo por detrás de El Salvador que reportó 103 por cada 100.000 y que se mantiene en primera posición. En Venezuela se ha pasado de 24.980 muertos, 82 por cada 100.000 en 2014 frente a los 27.875 y 90 por cada 100.000 en 2015. Llama la atención que estos datos son mucho más altos que los manejados por la Fiscalía de Venezuela, cuyos datos se remontan a 2015 y son 58,1 por cada 100.000.

Apenas nueve personas son detenidas por cada 100 asesinatos

La crisis en Venezuela se agravó este 2016 con una aceleración de la inflación que se calcula que llegará al 800 por ciento este año, un fuerte desabastecimiento de alimentos y medicinas y una creciente crisis social con prolongados episodios de crisis política, social, institucional entre los chavistas y la oposición.

Da la sensación de que todo vale y que la Justicia no persigue ni castiga a quienes incumplen las leyes o matan a los ciudadanos. Sobre este aspecto, el informe subraya que apenas nueve personas son detenidas por cada 100 asesinatos.

Esta ONG subraya que 2016 fue un años especialmente conflictivo y que la violencia en el país es un indicador del clima de tensión social en Venezuela. Destaca también la falta de libertad y el miedo en la sociedad venezolana, especialmente entre las clases más pobres.

La violencia muestra cuatro síntomas: el delito y la respuesta militar y policial se hicieron más violentos, apareció el delito del hambre (asaltos, saqueos a negocios y a trasporte de alimentos, y aumentó el delito amateur, de actores solitarios que delinquen porque sus salarios son insuficientes para satisfacer sus necesidades.

Caracas, la capital más violenta del mundo

Aunque Caracas sigue siendo la capital más violenta del mundo, este 2016 Aragua figuró como primero en los índices de violencia regional. En segundo y tercer lugar, respectivamente, siguieron Distrito Capital y Miranda.

Annus horribilis de Venezuela

El país atraviesa una complicada crisis económica a la que se ha sumado la escasez generalizada de alimentos básicos y medicinas, hecho que causó de molestia entre la población. Los niveles de escasez del país, según los analistas, son los de “un país en guerra”. La falta de productos llegó a un 29% en 2014 y este año en algunos alimentos y medicinas esa cifra alcanza el 70% y 80%.  Además, Venezuela termina el año con una inflación de 500%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un caos monetario que difícilmente se resolverá en los próximos días.

Como consecuencia,  Nicolás Maduro finalizará el año con la popularidad más baja desde que asumió el poder en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez. Sólo un 19,5% de los venezolanos apoya su gestión, según un sondeo de Datanálisis.

.