Santa Cruz, 13 de julio (Revista Buen Vivir).- El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta principalmente a niños, aunque también puede persistir en la adolescencia y en la edad adulta. Se caracteriza por una combinación de síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad, que puede afectar significativamente el funcionamiento y el desarrollo de una persona.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes de la niñez, etapa en la que suele ser diagnosticado, aunque la afectación persiste hasta la adultez.
Karen Ayllon, especialista del área y docente de Medicina en la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol), afirma que las personas con TDAH pueden tener dificultades para prestar atención a detalles, mantener la concentración en tareas o actividades, seguir instrucciones, organizar y completar tareas, y gestionar el tiempo de manera eficiente. También pueden ser impulsivas, impacientes, tener dificultades para esperar su turno o interrumpir a los demás. La hiperactividad se manifiesta como una inquietud motora excesiva, como la incapacidad para quedarse quieto, el constante movimiento de manos o pies, o la necesidad de levantarse y caminar.
“Aunque las causas exactas del TDAH no se conocen completamente, se cree que una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales contribuyen a su aparición. No se trata de una condición causada por una mala crianza o falta de disciplina, sino que es un trastorno neuropsiquiátrico legítimo”, señala Ayllon.
Efectivamente, los investigadores no están seguros qué causa el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, pero muchos estudios sugieren que los genes desempeñan una función importante. Como en muchos otros trastornos, es probable que éste sea el resultado de una combinación de factores.
Además de la genética, los investigadores están analizando posibles factores ambientales que podrían aumentar el riesgo de desarrollar esta afección y están estudiando cómo las lesiones cerebrales, la nutrición y los entornos sociales podrían desempeñar algún papel importante en su aparición.
El TDAH puede afectar diversos aspectos de la vida de una persona, como el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y la autoestima. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento, que puede incluir terapia conductual y medicación en algunos casos, las personas con TDAH pueden aprender a manejar sus síntomas y llevar una vida plena y productiva. Es importante buscar ayuda profesional si se sospecha que uno podría tener TDAH para recibir una evaluación y un tratamiento adecuados.
Cada 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) para crear conciencia sobre las necesidades de los afectados y sus familias, dado que, si este trastorno no es tratado de manera oportuna, puede producir daños en la personalidad del afectado, como baja autoestima, depresión, ansiedad, fracaso escolar e inadaptación.
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