16 de septiembre (Infobae).- Influencers. Este término se ha convertido en sinónimo de una profesión de alto deseo entre los jóvenes de la Generación Z en los últimos años. Según una encuesta de Morning Consult realizada en 2023, el 57% de los encuestados en este grupo etario aspira a convertirse en influenciador, y no son los únicos.
Un 41% de los adultos en general también ve con buenos ojos esta carrera. Sin embargo, la vida de un creador de contenido no es tan sencilla como parece, afirmaron varios expertos en una entrevista con CNBC.
Victoria Bachan, presidente de talento en la agencia de influencers Whalar, explicó que las motivaciones detrás de este deseo son variadas. Algunos buscan la fama y el dinero, mientras que otros buscan conectarse y formar una comunidad.
No obstante, destacó que existe una percepción errónea sobre la facilidad de ser influencer, aseveración respaldada por Taylor Lorenz, presentadora del podcast de tecnología y cultura Power User y autora de “Extremely Online”.
Lorenz comparó convertirse en un creador de contenido pagado con dirigir tu propia empresa de medios independiente, mencionando que la mayoría de las startups fracasan, así como sucede con las empresas de medios.
Actualmente, hay 4.200 millones de usuarios de redes sociales en el mundo, de acuerdo con el informe de 2022 de Linktree, y solo 200 millones de ellos son creadores que monetizan sus audiencias. Esto significa que apenas el 4,7% de los usuarios de redes sociales genera ingresos con su contenido.
Aun así, estos ingresos no siempre son suficientes; según una encuesta de NeoReach, el 48% de los creadores gana menos de 15.000 dólares al año, y menos del 30% gana más de 50.000 dólares anuales.
La vida del influencer
El día a día de un creador de contenido puede ser intenso. Hannah Williams, creadora del exitoso canal de TikTok Salary Transparent Street, relató que su jornada laboral comienza a las 8:00 a.m. revisando correos electrónicos, editando videos y planificando contenido.
Las llamadas con clientes ocupan sus tardes, y después de una breve pausa, retoma el trabajo alrededor de las 6:00 p.m. hasta la medianoche. Williams señaló que el trabajo es constante, de lunes a domingo, reflejando la expectativa de estar siempre en línea al igual que el internet.
Caroline Lasher, otro ejemplo de creadora de contenido, maneja un perfil de Instagram con 126.000 seguidores y uno de TikTok con cerca de 85.000 seguidores, generando ingresos principalmente a través de colaboraciones de marcas y enlaces de afiliados.
Según contó a CNBC Lasher, su rutina varía dependiendo de las demandas de las compañías con las que colabora y que la presión para cumplir con plazos puede ser extrema, sumando a la percepción de que la vida de un influencer nunca descansa.
Para muchos, tomar un descanso puede resultar en una pérdida de visibilidad en las plataformas.
La naturaleza pública de esta carrera también puede llevar a los creadores al burnout. Lasher admitió haber experimentado agotamiento, recurriendo a veces a pequeñas pausas mientras sigue trabajando. Un creador corre el riesgo de que su contenido pierda protagonismo si no publica regularmente.
Aunque existen múltiples desafíos, los influencers suelen encontrar gratificaciones en su trabajo. La libertad creativa, la flexibilidad y la capacidad de generar sonrisas son algunas de las motivaciones que mantienen a estas personas en la línea de fuego.
Caspar Lee, antiguo creador de YouTube con millones de seguidores, destacó la importancia de disfrutar lo que se hace, incluso si nadie está mirando, como consejo para tener éxito en esta carrera. Tiene más de 6,5 millones de seguidores en su canal, además de millones más en sus otras plataformas de medios sociales.