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Los jugadores del Atlético celebran el gol ante la tristeza de Noer. Foto: FIFA

La Paz, 3 de mayo (Urgentebo).- En un duelo de estilos diferentes, el juego del “Cholo” Simeone se impuso al fútbol del Pep Guardiola. A base de garra, corazón, entrega y, sobretodo, una muralla defensiva, el Atlético de Madrid avanzó a la final de la Champions League, haciendo valer el 1- 0 que había conseguido la semana pasada en el Vicente Calderón y el gol de visitante que pudo anotar en el Alienz Arena.

El Bayer Munich dominó el trámite del encuentro, es cierto, pero ese siempre ha sido el juego que ha impuesto el equipo de Simeone. Desde que el técnico argentino se hizo cargo del “colchonero” siempre ha armado sus equipos de atrás para adelante, dando el protagonismo al rival y haciendo daño en el momento preciso.

Hoy no fue la excepción. Fue superado todo el partido, pero tuvo dos oportunidades de gol y concretó una, a la larga esa fue la diferencia.

El Bayer fue una aplanadora, a los 10 minutos ya tuvo 3 oportunidades claras de gol, pero la muralla española – formada por Godín y Jiménez, ambos uruguayos- resistió como pudo.

No fue sino gracias a una pelota parada que pudo llegar el primero del cuadro alemán. Xabi Alonso venció a Oblack con un tiro libre que engañó a propios y extraños, pues lo acomodó por debajo de la barrera a los 30 minutos.

El equipo del Pep pudo ampliar la ventaja, pero Oblack atajó el penal que ejecutó Muller, antes de que acabe la etapa inicial.

En la segunda etapa nació la garra colchonera. Se acomodó mejor atrás y tuvo espacios para contraatacar. La primera que tuvo no la desperdició, Antoine Griezman entró solo y con gran clase venció la resistencia de Neuer para empatar el partido a falta de 20 minutos para el final.

Con 20 minutos más por jugar y con la necesidad de marcar dos goles el Bayer se fue con todo al ataque, pero la garra charrúa de los dos centrales del Atlético parecía impasable.

Tuvo que aparecer su goleador, Robert Lewandoski, quien de cabeza puso el 2 a 1, a los 77 minutos.

El equipo del Cholo, lejos de desesperarse, empezó a controlar el partido y cortar el ritmo del equipo alemán. Incluso pudo empatarlo, pero Fernando Torres falló un tiro penal a falta de 5 minutos para el final.

Al final, fiel a su estilo, el equipo del Cholo cerró todos los caminos, puso una muralla imposible de penetrar y, además, contó con un arquero inspirado. Así avanzó a la final de Milán.

Su rival se conocerá mañana. El Real Madrid y el Manchester City jugarán el partido de vuelta de la semifinal en el Santiago Bernabéu, la semana pasada empataron 0-0 en Inglaterra.