Febrero 19, 2025 -H-

El desafío de los 200 años de libertad, un nuevo comienzo


Domingo 16 de Febrero de 2025, 10:15am






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Cuando me siento a terminar este texto es 14 de febrero de 2025; se celebran 200 años de la conquistada y declarada independencia de la corona española, tras 15 años de lucha violenta. Una vez más, saludo la fuerza de los patriotas que lucharon por tener patria y ser libres. Eso es lo que me hace decir, Santa Cruz es mi patria y Bolivia es mi país… y aun así, soy de los que creen que es muy difícil ser boliviano si uno es cruceño; es terriblemente difícil, casi tenés que esconderte o tratar de pasar desapercibido y pese a ello, los cruceños destacamos en muchos espacios, por eso aseguro que si asumimos como inexorable la sentencia, estaremos acabados y entregados.

Pero también sostengo que nuestro proyecto; el proyecto cruceño, imaginado, a lo mejor por allá, por el año 1561, cuando don Nufrio de Cháves llegó a estas tierras,  va mucho más allá de lo que quiere el Estado para con nosotros. Mientras más analizo y veo la inquina del gobierno-estado, más me convenzo de que vivimos en dos líneas paralelas. Repito: el concepto de Estado Nacional, entre comillas y Santa Cruz, tenemos líneas paralelas, no nos juntamos y lo digo reconociendo que ellos son el Estado Nacional y nosotros somos un sub-estado, por el poder conferido en el contrato social, entiéndase CPE. Nos guste o no, así funciona.

Somos parte constitutiva del Estado Nacional y ellos los centralistas iliberales, manejan el Estado Nacional a su gusto y modo. Y los que de hoy, tienen su ideología que aplican a todo el Estado nacional, sin considerar las condiciones y voluntades de las autonomías, también reconocidas en la CPE. Dadas como están las cosas, lo que tenemos que tratar de hacer es encontrar, en algún momento, así sea de manera tangencial, algún empate virtuoso entre ellos y nosotros; debemos encontrar la manera de entendernos.

Pero ese “nos encontremos”, no es para para “vivir como hermanos”. Para mí eso es discurso; en los hechos, eso no existe. Entonces, encontrémonos, para seguir viviendo, nosotros como nosotros y,  que ellos vivan como ellos. Así podremos vivir paralelamente mirándonos desde distintas veredas, pero en paz; sin hacernos ningún problema. Nosotros, sabiendo cómo son ellos y que ellos entiendan que nosotros tenemos nuestro desarrollo, nuestras formas de ser y hacer y, fundamentalmente nuestra autonomía, legal y constitucional.

Por ejemplo, hoy, nosotros, en general, nacidos y llegados, estamos pensando en nuestra Metro Santa Cruz, en mejorar cultivos, implementar tecnología en el campo para agropecuarios chicos y grandes, seguir mejorando genéticamente la ganadería en todos sus rubros y, las aves de corral; en exportar los excedentes de lo que produzcamos; crecer en los  parques Industriales, en el Hub de Viru Viru, en el aprovechamiento de los bonos de carbono, la implementación adecuada de los OGM, mientras la mayoría de los que allá donde se encuentren y que no viven en ciudades están pensando en el Ayllu comunitario como manera de reunirse en sociedad, en sus culturas, en sus almas, en sus espíritus (Ajayus) que pueden ser respetables; de hecho lo son, pero no son nuestros y no tenemos nada que ver con esas culturas y, eso les molesta, no porque no las conozcamos, sino porque esa es la parte fundamental de sus políticas de dominación que todos debiéramos asumir y, asumirnos subordinarnos.

¿Hay posibilidades de entendernos? En esa lógica, yo pienso que no, honestamente, pienso que no. Entonces, vamos a la realidad; tiene que haber un empate virtuoso. Porque ellos controlan el Poder Central y nosotros no. Por eso creo, absolutamente, en esto de los caminos paralelos.

Yo no sé exactamente cómo podemos romper esto; es decir cómo podemos superar obstáculos. Pero si no nos planteamos salir de esta situación, si no partimos de la verdad yo creo, que las paralelas comenzarán a tener grietas muy profundas entre ellas. Dejo constancia que no le estoy imponiendo a nadie mi pensamiento cuando digo lo dicho; las paralelas no se juntan. Si tenemos inteligencia, podemos intentar vasos comunicantes, porque somos seres vivos; alguna cosa debemos y podemos intentar. Por supuesto que sí. Pero eso será posible si entienden que nosotros tenemos lo nuestro y el derecho de defenderlo y, sobre todo, practicarlo y llevarlo a cabo.

Con el proyecto del Estado pluri y multi, socialista siglo-veintiunero en vía de lo neocomunista, nosotros no tenemos nada. Y no estoy planteando separatismo porque si fuera separatista lo dijera abiertamente y, estuviera peleando por el derecho de poder expresar mi separatismo; tratados internacionales me cobijarían y protegerían, siempre y cuando no subvierta el orden constitucional. Estoy convencido, sin embargo que esto no va a ser por siempre; asumo que, si esto sigue así, con un diálogo cortado en lo sustancial, en unos 30-50 años, cuando con seguridad ya no estemos vivos, probablemente la situación del departamento de  Santa Cruz, en Bolivia ya no sea tal. No lo veré, no sé cómo se hará, si se hace, pero no se tratará de otra cosa que del hastío vivido y del convencimiento de la inviabilidad de “ese” Estado; eso será consecuencia del destrato de quienes gobiernan o desgobiernan; desde hace unos 180 años prácticamente, nos agreden y ningunean. Desde hace casi 20 años, además del unitarismo y centralismo, tenemos la amenaza del modelo político económico que, como nunca, pone en riesgo el proyecto cruceño y su modelo de desarrollo

Unas palabras sobre el separatismo: aseguro que si fuéramos un Estado Democrático pleno, debiéramos tener el derecho de decir y plantearle al país sobre ello y que la gente del departamento decida; eso nos involucra a los nacidos y llegados, residentes que puedan demostrar esa situación. Si fuéramos suficientemente democráticos debiera ser posible pedirlo y, reitero, ir a un referéndum. Y si se nos da bien y si no se nos da, seguimos nomás; eso pasa en Canadá que es uno de los mejores países del mundo; cada cierto tiempo van a un referendo y nadie se está muriendo en ese país por una situación como esa. Y hay países como España que viven en ese tire y afloja y saben convivir, así sea con corcovos. Se trata de tener el derecho de decirlo y plantearlo; yo no sé si estamos maduros para plantearlo hoy, sin tener el proyecto planificado, así hayan quienes lo dicen y no han presentado ni una carilla escrita; creo que el único en hacerlo fue mi padre, Carlos Valverde Barbery… pero ahí quedó.

Este tema lo expresé públicamente en un foro cívico que planteaba una nueva relación con el Estado (desde Santa Cruz) hace unos 2 años más o menos y me sigue motivando, porque escucho a mucha gente aquí en Santa Cruz decir que, tenemos que exportar nuestro modelo y, mi respuesta es una pregunta: ¿Qué es lo que vas a exportar? ¿Agricultura y ganadería a gran escala, pruebas genéticas en el agro? Haber ayudado a criadores de camélidos en mejorar sus hatos ganaderos no nos convierte en expertos allá, donde todo es diferente. ¿En serio creen que podemos exportar nuestro modelo, sólo por manifestar nuestra intención? ¿Les hemos preguntado a quienes se supone deben recibir nuestro modelo, cómo viven y, cómo quieren vivir ellos? ¿Si ellos quieren vivir como nosotros? ¿En serio somos similares, El Alto y Santa Cruz? ¿En qué se parecen? ¿Que en los dos lados hay grandes mercados y mañaneros? Aquí hay la feria de Barrio Lindo y en El Alto la 16 de Julio. ¿Eso es lo similar? La verdad es que en gran parte de Sudamérica hay lo mismo; debemos ser serios y plantearnos cosas reales en común; tenemos que hablarlo. Yo creo que el tema es conocernos nosotros a ellos y ellos a nosotros, para saber quiénes somos; conocerlos y aprender a respetarlos, sean o seamos de donde seamos y que ellos nos respeten y que entiendan que lo nuestro va a pesar de ellos.

Porque de eso se trata, estamos celebrando los 200 años de nuestra independencia local y me asusto cada vez que escucho a la gente decir que el problema son los últimos casi 20 años? ¿Están seguros? ¿No lo mataron a Ibáñez en el siglo XIX, a 55 años de la conformación de la república? ¿La revolución de los domingos en el mismo siglo XIX, no tenía más que 66 años el país, que habíamos creado en 1825 y ya teníamos problemas con un trato diferenciado del que tenían los demás departamentos con el Estado-gobierno. ¡Éramos co-creadores de la nueva república y se nos consideraba el confín agregado o alejado… y fuimos creadores como todos.

En el siglo XX, el memorándum de 1904 es una invocatoria a reconocernos; más que eso, nos presentábamos al país, les decíamos lo que habíamos hecho desde el principio y lo que éramos capaces de hacer. Habíamos perdido la guerra del Pacífico y se planteaba la salida al mar por el río Paraguay, se buscaba igualdad y se pretendía progresar y salieron con eso del separatismo, relato agresión que perdura hasta ahora. En ese momento se les decía que no queríamos su progreso, que a lo mejor ellos lo necesitaban más; se pedía que no estorben lo nuestro… esa fue, probablemente la más clara de las interpelaciones que hicimos aunque , que fueron varias  

¿Qué fue lo que pasó cuando la invasión punitiva ordenada por el gobierno del MNR,  concretamente el año 1958?. Se nos negaban los derechos de regalías que terminaron beneficiando a los 4 departamentos gasíferos-petroleros. A nombre del Estado nacional (como si nosotros no lo fuéramos también) llegaron 10.000 ucureños, de Cliza, militares y milicianos a convertir “al pueblo de tierra en polvo”. Tengamos claro que siempre nos ha pasado lo mismo¿ en el periodo masista hubo el ¡cerco de Surco!, prohijado por el poder; el caso del Hotel Las Américas… . Si perdemos la memoria o soslayamos algunos hechos por conveniencia, estamos “listos” (como decimos en Santa Cruz); estamos.  

Nosotros tenemos proyectos. Que lo conozcan; que nos escuchen y nos respeten es lo menos que podemos exigir. Cuál es nuestro proyecto? El que desarrollamos y construimos todos los días logrando, en muchos casos, un mejor desarrollo que el del país. Tenemos que hacer conocer nuestro proyecto y decirles que no es obligatorio que lo asuman; no debe importarnos si ellos no lo quieren; los resutados hablarán más que mil argumentos.

Hagamos, reitero, un acuerdo: Déjennos a nosotros vivir como nosotros vivimos y ustedes vivan como entiendan que deben vivir; luego los asumirán ¿Saben por qué? Porque hay demostraciones claras. Con la autonomía lo logramos. ¿Qué nos hicieron? Nos la cercenaron como les dio la gana a través. El referéndum de Rubén Costas para nuestra carta orgánica lo ganamos con números muy altos, con aproximadamente 40 derechos más que tenía esa constitución y, sin embargo nos lo llevaron a Sucre y en Sucre cercenaron lo que les dio la gana, porque al gobierno no le pareció conveniente una autonomía plena, pero ahora me gustaría preguntar quién devolvería la autonomía que no quisieron. Problemas hay, claro, porque además de todo, ese del frente es el Estado unitario que no nos quiere. Es así y, si no lo entendemos así vamos a estar o a seguir en problemas, “vuelteando” en lo mismo.

Y respecto a la autonomía, ahora despreciada por “los federalistas” que no tienen una carilla escrita sobre el tema, quiero recordarles como un hecho relevante lo siguiente: Si no fuera la elección de prefectos, lograda-planteada como la primera avanzada autonomista, en este momento, el MAS (Evismo - Arcismo), tuvieran los 9 prefectos a su servicio con el consecuente daño a nuestros pueblos y proyectos (no hubiera Gobernadores ni Asamblea Departamental); eso por sí solo ya es un logro. Piénsenlo, cada vez que se les ocurra decir que no sirvió de nada: hay más ejemplos, pero no es el tema.

El tema es que nosotros tenemos nuestro proyecto. Antes no se lo decía había temor, había mucho recelo de hablar de lo nuestro, pero es tiempo de las generaciones de dirigentes jóvenes con sólidos argumentos, empresarios de avanzada que cuestionan y hablan de lo que tenemos. ¿Ustedes habían escuchado hablar acaso del proyecto de la Santa Cruz Metropolitana o la Gran Santa Cruz como dicen otros? ¿Saben por qué desde el poder no quieren hablar? Porque saben el valor que tiene hacer una Gran Santa Cruz. Hacer una Metro Santa Cruz es un trabajo comenzado y en camino; pensemos en lo que puede significar ese poderío. Yo siempre me pregunto, ¿tanto cuesta reconocer el trabajo de Mario Aguilera y la sociedad técnica cruceña que sabe de planificación en ese cometido?. Véanlo, critiquen si hay argumentos, pero no pongan palos en la rueda desde acá.

¿Cuánto vale Santa Cruz? ¿Se han puesto a pensar ustedes cuánto vale Santa Cruz? ¿Se han dado cuenta que vale algunas veces más probablemente que el resto de las inversiones privadas del Estado boliviano entero? Y no es necesario que nosotros sepamos cuánto “cotiza” Santa Cruz para saber qué es lo que queremos con y para este país. Yo sé que es difícil ser boliviano siendo cruceño, pero todavía no me estorba serlo. Supongo que si seguimos así un rato más, más pegaré el grito de reclamo y no se dónde me llevará el grito, pero eso es otra cosa.

Pero no importa lo que yo pueda hacer en el futuro porque yo soy una individualidad. El problema es que hacemos colectivamente. Reitero, lo que tenemos que hacer es reconocernos en las diferencias y que no nos estorbemos.

Porque no va a cambiar esto porque hablemos de federalismo. En la política de hoy y en la administración de Estados, vemos la concentración del poder unitario en países bajo esa división de poderes. No. El problema es de mentalidad y de planificación. Necesitamos conocernos, saber qué es lo que tienen y pueden dar ellos y qué es lo que nosotros podemos dar nosotros. Las predicciones de estudios serios dicen que el 50% del país puede terminar viniéndose aquí, es decir, probablemente en los próximos 10 o 15 años, el país vaya a terminar arrinconado aquí; que los jóvenes de menos de 30 años quisieran irse del país; hay trabajos que así lo dicen y tenemos que evitar el despoblamiento del país en su generalidad pero en lo concreto, el vaciamiento de occidente porque allá también hay futuro, más difícil, sin duda, pero las culturas milenarias y el dominio mestizo cultural y empresarial de la hoyada y otras ciudades andinas en gran parte de la vida del país, son la muestra de que es posible. Claro, en la mayoría de los casos se hizo con la plata de todo el país, que se fue donde estaba ese país de dominio y decisión, inconsultamente. Eso debe terminar; además, en estos tiempos nadie está en condiciones de aguantar y atender situaciones como la citada? A lo mejor hay lugar fìsico, pero no hay condiciones técnicas ni infraestructurales. No es cuestión gustos y pareceres; yo no creo en las migraciones en masa de los pueblos, no creo en el beneficio de los destierros, me niego a ver a la gente abandonando los ayllus y poblados chicos donde “el futuro jamás empieza!, como decía Benjo Cruz y, en algunos casos hasta ciudades capitales, porque no van a tener posibilidades de progreso. Entonces, si eso ocurre, inexorablemente, tenemos que ir pensando qué es lo que hacemos para convivir con los que llegan. Eso, si se da, no nos puede encontrar sin saber exactamente cuánto es lo que valemos como estructuras y posibilidades de generar trabajo y bienestar, para dar respuesta a semejantes desafíos, seguramente caóticos al principio.

Pero tampoco es el tema, sino la relación de Santa Cruz con el Estado-gobierno, que no va bien y no puede seguir como hasta ahora.

Hay mucho más por escribir, pero esto se alargó demasiado, así que acá lo dejo, ya les entregaré algo más, gracias a la gentileza de quienes me aguantan y publican

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