Abril 23, 2024 [G]:

La Generación de las Cabezas Agachadas


Domingo 1 de Mayo de 2016, 6:00am






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La Paz, 01 de mayo (Fidel Alvarez Téllez).- La generación de las “Cabezas Agachadas” habla menos y escribe más, son parte de una nueva cultura global. Son las personas que se pasan gran parte del día con la mirada fija en un teléfono móvil, adoptando la postura de una cabeza inclinada, como rindiéndole pleitesía al dispositivo al que lo llaman teléfono inteligente. Los primeros indicios de esta generación los encontramos en las publicidad del casi extinto Black Berry, con su famoso “yo Black Berry, tu Black Berry …”, en cuyo video se ven a los primeros Cabezas Agachadas. Qué dirían los instructores de las escuelas militares o de las academias de danza, donde una postura erguida es una condición excluyente para ellos.

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Un fenómeno global en la era de los smartphones

A la generación de los Cabezas Agachadas se le puede atribuir dos características que fácilmente saltan a la vista: es la generación menos discriminadora y ha hecho posible la creación de nuevos hábitos sociales.

Es la generación menos discriminadora porque no discrimina por edad, raza, sexo, ni nacionalidad, casi por nada. No conoce la discriminación por edad porque se pueden ver Cabezas Agachadas de todas las edades, posiblemente los más hábiles/osados sean los adolescentes y jóvenes quienes nacieron con la tecnología y hacen gala de su pericia en el manejo de un teléfono inteligente con una sola mano, mientras que las personas adultas, generalmente, los manejan con ambas manos, aunque con el mismo ensimismamiento.

No discrimina por sexo, porque hombres y mujeres muestran la misma pasión por ese dispositivo y por la misma postura inclinada. Posiblemente una de las pocas diferencias están en los colores y las formas de los protectores que usan unos y otros.

No discriminan por nacionalidad porque están en todas partes, en todos los países, de todos los continentes, vaya donde vaya los encontrará. Basta ver informativos en televisión o películas actuales y se verán Cabezas Agachadas con similares características no importa en qué país sea. En los pocos lugares que están prohibidos es en los bancos, donde no se puede hacer uso de celulares aunque éstos sean inteligentes, y sin embargo se puede ver cómo algunos se dan modos para agachar su cabeza y usar su teléfono. Por el contrario las zonas Wifi son como la tierra prometida para esta generación, casi el paraíso.

Han hecho posible la creación de nuevos hábitos sociales. Las conversaciones ya no son las mismas  pues se los puede ver conversar mientras simultáneamente usan un dispositivo inteligente, lo que muestra una generación un poco indiferente ante sus interlocutores, aunque esta indiferencia se borra cuando la charla es entre dos Cabezas Agachadas. A pesar de las apariencias la mayoría de esta generación es capaz de captar una charla media, aunque sea parcialmente, especialmente entre jóvenes, quienes ya ni se miran. Es común verlos en restaurantes, cafés, etc, dividiendo su atención entre el teléfono, su interlocutor y la comida/bebida.

Los hábitos más peligrosos los han adquirido los que están al mando de un vehículo, que intercalan su atención entre el volante y el teléfono de manera intermitente, arriesgando su vida y la de los circunstanciales seres humanos que están en su camino. Los “pasos de cebra” son los lugares medianamente peligrosos donde los Cabezas Agachadas pueden caminar sin recibir bocinazos o palabrotas que quizás ni escuchen, esos preciosos segundos del semáforo rojo son muy bien aprovechados. Han adquirido un sexto sentido para caminar sin mirar por donde, incluso pueden tropezar con pericia, no caer y seguir su camino pegados a los teléfonos.

Los hay también los malabaristas, aquellos que se cobijan bajo un paraguas, otorgándole a las manos una misión casi imposible de sostener un paraguas y un teléfono inteligente al mismo tiempo, pero lo logran, es la fuerza de voluntad de las cabezas agachadas en la lluvia. Los más avezados son los que bajan gradas mientras usan su teléfono con maestría, son unos verdaderos expertos o sencillamente personas con suerte.

Con el tiempo es probable que sea necesario habilitar espacios seguros para esta generación donde puedan caminar cómodamente a ciegas mirando el teléfono inteligente sin peligro de tropezar o toparse con seres humanos, vehículos y bicicletas, algo así como “telofonovías” exclusivas para Cabezas Agachadas.

Hay también Cabezas Agachadas inofensivos, aquellos de escritorio que no requieren de ninguna pericia extra para doblar la cabeza, o los de paradas de los buses o de los metros y ni hablar en los aeropuertos donde uno de los mejores entretenimientos es agachar la cabeza para soportar las interminables esperas antes de abordar un avión. 

Una gran interrogante es  saber qué hacen los Cabezas Agachadas? La respuesta no es muy sofisticada porque  hacen todo lo que se puede hacer con un teléfono inteligente: revisar el correo electrónico, la  cuenta de faceboook, twitter, leer periódicos, libros, jugar, y hay hasta quienes usan este dispositivo para hablar, no importa el orden pero algo están haciendo que los mantiene con la mirada en su teléfono. 

Es probable que en el mediano plazo los Cabezas Agachadas sean un problema de salud pública donde los traumatólogos y fisioterapeutas serán los más felices/beneficiados porque tendrán muchos clientes con problemas en el cuello y columna.

En un futuro cercano quizás sea tan usual ver Cabezas Agachadas en todas partes que aquellos que no usen un teléfono inteligente sean los menos, mientras los hábitos sociales se seguirán modificando radicalmente.

Fidel Alvarez Téllez

La Paz, Abril de 2016

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