Marzo 29, 2024 [G]:

Los recursos hídricos bolivianos están en riesgo

El país debe empezar a trabajar en programas y proyectos de conservación de sus otros recursos hídricos antes de que estén en situaciones similares o peores a las que pasó el lago Poopó.


Domingo 27 de Noviembre de 2016, 9:00pm






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La Paz, 27 de noviembre (Urgentebo).- Jorge Peña, director de Recursos Hídricos de la Autoridad Binacional Autónoma del Sistema Hídrico del Lago Titicaca, Rio Desaguadero, Lago Poopó y Salar de Coipasa (ALT), en entrevista con la Revista Oxígeno, advirtió que el país debe empezar a trabajar en programas y proyectos de conservación de sus otros recursos hídricos, antes de que estén en situaciones similares o peores que las del desaparecido lago Poopó.

Peña advirtió que, incluso, a largo plazo podrían estar en riesgo el Río Desaguadero y el Lago Titicaca, los dos recursos hídricos más importantes del país.

“Hay proyecciones sobre el cambio climático que se están desarrollando, pero no hay una proyección real a largo plazo” sobre el peligro y futuro del Desaguadero y del Titicaca, informó.

Eso sí, advirtió que si no se hacen los trabajos adecuados, estos recursos hídricos también podrían estar en peligro de desaparición en un tiempo lejano.

Por ejemplo, recomendó que se deberían regular y no incrementar la demanda del uso de sus aguas, cuidarlas de la contaminación y, sobretodo, resguardar los lagos y cuencas que sirven les sirven de afluentes, como es el río Mauri.

Hasta ahora, ya se han detectado las primeras señales de alerta que, en caso de no ser controladas, podrían tener consecuencias fatales en un futuro, aún, lejano.

Por ejemplo, el lago Titicaca tiene el problema de la contaminación en algunas de sus bifurcaciones, como es la bahía de Cohana y la cuenca del río Katari, localizadas en el lago Huiñay Marka o Lago Menor del Titicaca.

Estas son provocadas, principalmente, por aguas residuales provenientes de la ciudad de El Alto y sus alrededores.

“A diferencia de otras ciudades, donde los ríos drenan las aguas residuales hacia otras cuencas fluviales mayores, que disipan y asimilan en extensos tramos la contaminación arrastrada, en el caso de Cohana, los desechos líquidos desembocan en una cubeta prácticamente cerrada, a pesar de su conexión al río Desaguadero, donde la contaminación se concentra y acumula”, señala Marco Rivera, investigador de Lidema.

Según la investigación que desarrolló Lidema, los ríos que sufren un proceso de contaminación mayor, y que luego desembocan en la cuenca del río Katari, son el Seque y el Seco, los cuales atraviesan toda la ciudad de El Alto.

Al respecto, Peña indicó que para resguardar la conservación del lago Titicaca se debe tratar de implementar un sistema integrado, con canales asociados a, por ejemplo, el Río Mauri. Así,  se podría asegurar también que el Lago llegue a acumular excedentes y evitar inundaciones en sus poblaciones cercanas.

Asimismo, este sistema integrado debe también garantizar “el caudal que garantice el tránsito del agua de la parte norte hacia el Desaguadero y viceversa”. Además, que mediante este sistema se debería aprovechar “al máximo” la Cuenca Amazónica.

Por otra parte, son muchas las zonas hídricas que estarían vulnerables a afrontar problemas similares a los del lago Poopó, producto, principalmente, de la minería.

El director de Recursos Hídricos de la ALT, Jorge Peña, explicó que la minería “transporta dentro de lo que significa los afluentes, una gran cantidad de sedimentos sólidos, lo que coadyuva notoriamente a la pérdida de la capacidad del vaso o cubeta (el espacio) de los lagos, ríos, etc”.

Por ejemplo, las operaciones mineras en la región del Poopó, en Oruro, también estarían afectando al Río Desaguadero y el lago Uru Uru.

Precisamente, el lago Uru Uru es uno de los que más riesgo tiene de desaparecer en el plazo. Según el investigador de Lidema, Marco Octavio Ribera, los principales problemas que afronta el lago Uru Uru es el de la contaminación, principalmente producido por la minería.

“El lago Uru-Uru recibe directamente las aguas del río Sora-Sora, los cuales contienen elevada contaminación proveniente de las actividades mineras en Huanuni. También ingresan aguas contaminadas de las minas de San José, Kori Kollo y Kori Chaca de Inti Raymi. Otra de las fuentes de contaminación son los desechos urbanos y la evacuación de las aguas servidas de la ciudad de Oruro sin ningún tratamiento”, señaló.

También, por el mismo problema, estaría siendo amenazada la cuenca del Pilcomayo (Potosí, Chuquisaca, Tarija) y las subcuencas de Atocha y Tumusla.

Bolivia no tiene una buena seguridad hidráulica

En el país están presentes 3 cuencas hidrográficas: la Cuenca del Amazonas; la Cuenca de la Plata y la Cuenca del Altiplano.

La más importante es la cuenca amazónica que abarca el 66% del territorio nacional. Los departamentos que forman parte de la cuenca amazónica son; Pando, La Paz, Beni, Oruro, Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Chuquisaca.

Sin embargo, el país no tiene una buena seguridad jurídica sobre sus recursos hídricos, sobre todo si se analizan las prácticas de protección hidráulica.

“Dentro de lo que significa el ordenamiento en la parte normativa tenemos muchas leyes. Hemos avanzado, podemos considerarnos un país avanzado en cuanto a leyes y reglamentos, pero la cosa es que se las cumpla, ahí es donde fallamos”, aseguró Jorge Peña, director de Recursos Hídricos de la Autoridad Binacional Autónoma del Sistema Hídrico del Lago Titicaca, Rio Desaguadero, Lago Poopó y Salar de Coipasa (ALT).

En términos de control y regulación, la principal normativa con la que cuenta el país es la Ley Marco de Agua y Recursos Hídricos, promulgada en septiembre del año 2012, con la finalidad de “lograr la eficiencia y sustentabilidad en el manejo de los recursos hídricos en toda su extensión, con el fin de conservar, concientizar su uso, asegurar su calidad y conseguir el incremento de los recursos hídricos, para garantizar la satisfacción de la demanda de las actuales y futuras generaciones”.

Sin embargo, para el director de recursos hídricos de la ALT se debe desarrollar “una política ambiental de uso de los recursos hídricos con carácter sostenible. Pero eso requiere de muchas voluntades a nivel municipal, departamental y gubernamental”, finalizó.

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