Aun cuando Bolivia llegara a vender 5.000 toneladas métricas de carbonato de litio por año al arrancar el proyecto en el Salar de Uyuni, entre 2019 y 2020, el ingreso anual bordearía apenas los 75 millones de dólares y el monto de las regalías departamentales para Potosí no llegaría ni al 1,3 millón de dólares.
Más otro poco más de un millón de dólares en beneficios regionales que dejaría la producción anual oficialmente anunciada de 350 mil toneladas métricas (TM)de cloruro de potasio, también por valor de adicionales 75 millones de dólares (MM/$us), los nuevos ingresos potosinos por recursos evaporíticos hacia el año 2020 no superarían los 2.5 millones de dólares anuales.
Las cifras, consideradas las más cercanas a la realidad posible, se desprenden de recientes estimaciones trazadas por el analista de la economía del litio, Juan Carlos Zuleta.
Ellas contrastan radicalmente con los 1.500 MM/$us en ingresos (no utilidades), calculados los últimos meses por las más altas autoridades del sector: el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Alberto Echazú y el gerente de Yacimientos Bolivianos del Litio (YLB), Juan Carlos Montenegro.
Con todo, bajo la impronta de la compleja legislación actual para regalías mineras que privilegiaría al centralismo y las dificultades que supone su complicada aplicación, en el mejor de los casos el beneficio regional potosino por cada 1.500 MM/$us anuales rozaría los 24 millones de dólares al año, quizá incluso después del año 2020.
Según el informe de Zuleta en torno a la distribución de las ganancias que emerjan de los recursos evaporíticos más importantes del Salar ‒análisis requerido el 26 de abril pasado mediante cuestionario y remitido por el experto el 8 de mayo‒, “en el mejor de los casos” un controvertido 1.8% de regalías destinado a todo el departamento de Potosí “se convertiría” en apenas un 1.6%.
Es decir, casi la mitad de la alícuota vigente del 3% sobre el valor de venta establecido en la Ley minera.
Todo ello en un contexto internacional donde la creciente demanda mundial de litio, de acuerdo con otro especialista, Juan Carlos Guzmán, “da” con suficiencia para Argentina, Bolivia, Chile y otros países más”, aunque el problema es que si la oferta de litio refinado no está disponible oportunamente para los compradores, el mercado “está buscando otras alternativas”.
“El hidrógeno es una de ellas y se encontrará otras; es un tema de tiempos”, agregó Guzmán al presentar junto a Silvia Molina, un estudio sobre la casi inalterada y riesgosa matriz energética y productiva del país, publicado por el CEDLA, mientras los potosinos representados por el diputado Gonzalo Barrientos volvían a rechazar la ley que creó YBL, puesto que, según este parlamentario, dejaría prácticamente “cero por ciento de utilidades al departamento”.
El diputado opositor indicó este fin de semana que la empresa estatal de litio negociará contratos de asociación con empresas transnacionales para repartirse las ganancias “sin dejar un solo centavo para Potosí”, por lo que los potosinos reclaman, dijo, formar parte de la cadena de producción de los recursos evaporíticos a fin de que no se explote sin beneficio regional “la última riqueza potosina que es el salar de Uyuni”.
El gobierno central no se ha referido a la forma específica en que se repartirán las utilidades por la explotación del litio y el potasio, aunque todo parece estar normado por la ley minera promulgada hace tres años.
“La Planta Industrial de Carbonato de Litio estará lista en el mes de abril de 2018. Esperamos hacer las pruebas y hacer la producción de decenas, (luego) de miles y después de cientos de miles de (toneladas de) potasio en el tercer o cuarto trimestre de 2018, y en el último trimestre del 2018 carbonato de litio en cantidades industriales”, había indicado Echazú (ABI, 5-Feb-2016 (reproducido en:
http://elpotosi.net/nacional/20160205_la-produccion-industrial-de-carbonato-de-litio-iniciara-en-el-ano-2018.html
“De concluir estas plantas (de carbonato de litio, sales de potasio y materiales catódicos) en 4 o 5 años los ingresos por la venta de materiales catódicos y baterías de litio rebasarían ampliamente los $us 1.500 millones, (esto es) casi la totalidad de las exportaciones mineras”, detalló el funcionario hace un mes en el programa El pueblo es noticia de la estatal BoliviaTV (La Razón Digital 10-Abr-2017, en:
http://www.la-razon.com/economia/Litio-Bolivia-Echazu-explotacion_0_2688931090.html
DEPEJANDO INCERTIDUMBRES
¿Cómo es que ‒si a corto plazo no dispone de un panorama más favorable‒ Potosí verá disminuidos, según expertos, a casi la mitad sus ya exiguos beneficios por la explotación de la mayor acumulación de litio en el planeta?
Eso es precisamente lo que describe Zuleta en esta entrevista :
‒¿H
y incertidumbre sobre la redistribución de beneficios en favor de la región, el Estado y el socio o inversionistas privados o extranjeros… cómo se ha avanzado en futuro reparto de utilidades?‒El tema de las regalías mineras aplicables a los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni se ha convertido en un problema cada vez más complicado.
En principio, en los Artículos 226 y 227 de la Ley No. 535 de Minería y Metalurgia (LMM) se establece que para recursos evaporíticos procesados (carbonato de litio, cloruro de potasio y otros sub productos y derivados) se aplicará una alícuota del 3%sobre el valor de venta. Adicionalmente, el Art. 229 de la misma disposición legal determina que las regalías mineras se distribuirán en un 85% para el Gobierno Autónomo Departamental productor y en un 15% para los Gobiernos Autónomos Municipales productores.
A partir de aquí empiezan a surgir algunas dificultades.
En primer lugar, en el parágrafo II del Art. 224 de la Ley No. 535-LMM se define que en caso de que las nuevas actividades mineras incluyan fundición, refinación y/o industrialización se aplicará sólo el 60% de las alícuotas determinadas en el Art 227. Comoquiera que la obtención de carbonato de litio implicará algún tipo de refinación, esto significa que el 3% antes mencionado se debería reducir a 1.8%.
Este es el dato que el diputado Gonzalo Barrientos ha estado manejando a lo largo de las últimas semanas para rechazar la Ley de la Empresa Pública Nacional Estratégica de Yacimientos de Litio Bolivianos – YLB. Pero, como acabamos de ver, este tema en realidad, ya estaba inscrito en la Ley de Minería y Metalurgia aprobada hace poco menos de tres años.
MAS REDUCCIONES
En segundo lugar, en el parágrafo III del citado Art. 229 se estipula que del 85% arriba señalado se destinará el 10% para actividades de prospección y exploración minera en el respectivo departamento a cargo de SERGEOMIN. En este acápite no queda claro si ese 10% se aplicará al 85%, en cuyo caso estaríamos hablando de reducir ese porcentaje a 76.5% o si sencillamente se procedería a restar 10 puntos porcentuales de ese 85%, en cuyo caso nos quedaríamos sólo con un 75% para el departamento, en vista de que la mencionada entidad estatal responde a la esfera del gobierno central y no al departamental.
Lo anterior quiere decir que en el mejor de los casos ese 1.8% destinado al departamento de Potosí en su conjunto se convertiría en apenas un 1.647%.
Finalmente, de acuerdo con la Resolución Ministerial No. 39/2016 de 19 de febrero de 2016, enmarcada en la Ley No. 339 de Delimitación de Unidades Territoriales de 31 de enero de 2013, el Salar de Uyuni habría sido definido como un Polígono Independiente, razón por la cual el 15% de las regalías mineras destinado a los Gobiernos Autónomos Municipales productores se deberá remitir al Gobierno Autónomo Departamental para que éste efectúe la distribución que corresponda.
Esta disposición legal es de lo más curiosa y, por qué no decirlo también, de lo más temeraria por cuanto resuelve de un plumazo el problema jurisdiccional y de límites conculcando los derechos de los municipios productores y dejando al criterio discrecional de la Gobernación del departamento la distribución de estos recursos. Me pregunto si tales gobiernos autónomos municipales estarán de acuerdo con semejante aberración jurídica que entre otras cosas profundiza el centralismo departamental y, en vista del sometimiento del gobierno departamental al gobierno central, lanza por la borda cualquier clase de autonomía en el departamento de Potosí.
‒YLB y el Viceministerio refirieron ingresos por 1.500 millones de dólares en cada uno de los primeros años ¿es esto posible aunque se ha difundido que las 30 mil toneladas previstas de carbonato de litio y las 350 mil calculadas de cloruro de potasio darían unos 485 MM/$us por ventas (410 + 75) en las primeras gestiones?
‒La cifra de $us1.500MM arriba mencionada no tiene ningún sentido, dado el avance del proyecto. Asumiendo un precio promedio de $us.15.000 por tonelada métrica (TM) de carbonato de litio, implicaría ventas de 100.000 TM de carbonato de litio al año, lo cual sólo puede catalogarse como un pensamiento deseable (wishful thinking, en inglés), pero con muy pocas posibilidades de éxito.
De hecho, la cifra que ahora maneja el nuevo gerente nacional de recursos evaporíticos (hoy YLB) alcanza a 15.000 TM de carbonato de litio, cuya venta solo resultaría en $us.225MM con un importe por regalías departamentales de apenas 3,7 MM. En todo caso, es necesario puntualizar que mientras no se conozca el documento de diseño final de la planta industrial de carbonato de litio en proceso de elaboración (demorado hasta la fecha en casi 11 meses) por la empresa alemana K-UTEC, cualquier dato de producción sólo corresponde al campo de la especulación.
‒¿Son exageradas o no las cifras por ingresos? ¿Cuánto calcula, en base a su experticia, los ingresos en los primeros dos años?
‒Definitivamente. Pero de forma independiente de cuál sea finalmente la capacidad de la planta industrial de carbonato de litio, dudo mucho de que Bolivia sea capaz de producir más de 5.000 TM de carbonato de litio al año durante los dos primeros años de operación que estimo se darán entre 2019 y 2020.