Enero 04, 2025 -H-

Capitalizar, invertir bien y gastar con sabiduría


Jueves 2 de Enero de 2025, 10:30am






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El fútbol en Bolivia terminó como siempre: inestable y con incertidumbre en todo sentido. Desde el factor económico, principalmente, hasta el deportivo que parece ser una “piedra en el zapato”. Se fue el 2024 y esperemos que con el año viejo se hayan ido también las insensateces dirigenciales y los movimientos sombríos de la gestión. Sinceramente, lo veo… difícil.

En una corta evaluación futbolística hay que reconocer que la producción de Bolívar en el torneo de la División Profesional fue muy destacada, lo que le valió: su conquista del Campeonato Clausura, su clasificación a fase de grupos de Copa Libertadores 2025 y el premio de 4 millones de dólares por ambos conceptos. Al margen de resaltar un año más su manejo empresarial, de la mano de Marcelo Claure, su presidente, y su poder financiero que hacen que el Club de sus amores no tropiece con déficit que haga peligrar su andamiaje administrativo y seguir adelante con su producción deportiva. Factores para tomarlos en cuenta.

En menor proporción, siguen The Strongest y Always Ready. Los atigrados peleando siempre por el título y llegar a las instancias más importantes de la temporada, para sentir que, pese a la crisis económica, estar presentes para dar lucha. Clasificados también a Copa Libertadores en otra fase, por lo que el premio recibido tiene notoriamente otro monto, que hará su inversión sea distinta, en relación al año que se fue.

Always Ready languideció en 2024 y no se sabe cómo se armará el equipo 2025 y qué perspectivas tendrá su dirigencia para encarar la gestión, puesto que están sin torneo internacional. Lo que hagan de momento es una incógnita; claramente, se verá en el mes de enero qué rumbo tomará este club para su futuro inmediato.

Hasta ahí se puede dar una opinión objetiva. Lo demás es absolutamente incierto, la nebulosa del ambiente futbolero nacional, opaca totalmente el panorama del fútbol boliviano. La crisis económica de los clubes profesionales es muy preocupante. Hemos terminado el año 2024 con clubes quebrados, jugadores impagos e instituciones deportivas de identidad regional al borde de la desaparición. Deudas de millones de dólares que se vuelven impagables; equipos que deben cumplir con obligaciones monetarias de manera inmediata, caso contrario, pesa sobre ellos sanciones de la FIFA que les impide fichar jugadores para armar sus plantillas este 2025. Un verdadero problema; diría irresoluble.

“La locura” no termina ahí, concluimos el 2024 sabiendo que el mercado de fichajes en Bolivia se mueve como si de orates se tratara; sin método alguno, sin evaluaciones y de manera visceral e irresponsable. Los dirigentes, “sueltos de cuerpo”, contratan como sea a quién sea, firman por cifras altas, sin haber pagado siquiera las deudas que tienen de la pasada gestión. ¿Se puede entender?

Lo increíble es que un campeonato tan deficitario y por esta nueva realidad del fútbol a nivel global, los jugadores ganen cifras exorbitantes. Los promedios van desde los 7 a 10 mil dólares, en “equipos chicos”; de 15 a 20 mil en equipos más grandes y de 40 a 70 mil en los más poderosos económicamente; este último ítem, por su puesto, contempla a clubes que no tienen problemas financieros, pues su soporte empresarial funciona de manera diferente y su participación internacional los obliga a entrar a la competencia en todo sentido, pese que a nivel continental estamos muy rezagados en el tema de presupuestos de inversión. Para dar un ejemplo, el último Campeón de la Copa Libertadores, Botafogo de Brasil, gastó la friolera de 200 millones de dólares en su planilla anual.

Que quede claro que los jugadores nada tienen que ver en esta crítica, ya que nada obliga a los clubes entrar en deudas que posteriormente se hacen imposibles de cumplir. Eso por los equipos que viven realidades diferentes en su economía.

Sigo pensando que la única solución para salvar a las instituciones del fútbol en Bolivia está en la inversión empresarial de corporaciones multinacionales, así como se hace en otros países que en determinado momento cruzaban con los problemas que hoy tienen a nuestros clubes bolivianos al borde del abismo.

Para eso también están los dirigentes, son ellos quienes deben encontrar las estrategias para hacer esa conversión y aplicar las sociedades anónimas. No les quedará otra. Invertir en equipos de fútbol es una opción, ya sea a pequeña o gran escala. Saber los beneficios que puede aportar esta operación interesante y a quiénes les puede interesar hacerlo.

¿Qué aporta invertir en equipos de fútbol?   A principios de la década de 2000 se generalizó la cotización de clubes de fútbol en mercados europeos: España, Italia, Alemania o Inglaterra. La mayoría de los clubes que cotizan en bolsa tienen una alta capitalización y, por ello, marcan la diferencia. Eso se fue extendiendo por todo el mundo y por ende llegó a Sudamérica: Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Ecuador, Colombia, Paraguay, ya aplican esas políticas de inversión. ¿Por qué no hacerlo también en Bolivia, antes que muchos clubes desaparezcan?

Comprar acciones de un equipo de fútbol para sacarle un beneficio, es una opción recurrente. Si se plantean seriamente invertir en equipos de fútbol.

Posibilidades de rápida revalorización Aunque las sociedades anónimas deportivas son empresas, lo cierto es que funcionan con una idea particular, la victoria en un partido importante o el fichaje de un astro provocan rápidas revalorizaciones. No es extraño que de un día para otro la acción pueda subir un 20 %. Eso sí, hay que pensar que esta situación se puede dar a la inversa. El fútbol es uno de los mercados más volátiles porque lo que hoy es blanco mañana puede ser negro; además, no hay un factor de previsibilidad tan marcado como en otras disciplinas.

Ahora bien, es muy importante que destaquemos que los clubes de fútbol no son toboganes. Aunque las subidas y bajadas sean repentinas, tienen una razón de ser y una base. También hay que ponderar que la capitalización de los grandes clubes minimiza los problemas.

En resumen, es más fácil invertir en equipos de fútbol que hacerlo en otro tipo de empresas. Resultará más sencillo realizar un seguimiento cotidiano.  Este aspecto redundará a la larga en que el inversionista pueda rentabilizar el dinero que ha puesto.

Los equipos de fútbol son una opción de inversión, si se manejan de manera responsable y empresarialmente. Sucede en el mundo, ¿por qué no funcionaría en Bolivia?

¡¡Feliz 2025 amigo lector!!

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