La idea y causa de la lucha de las clases segregadas, oprimidas y explotadas mayorías bolivianas culturalizó la dignidad y, con ello, la resistencia. Esta lucha logró cohesionar fuerzas, promover debates y consensos, activar una conciencia histórica y patriótica, así como un compromiso colectivo para transformar una realidad lacerante. Hacia fines del siglo XX, bajo el paraguas del denominado Pacto de Unidad y desde sus esencias pacíficas, estas mayorías proclamaron la "Revolución Democrática y Cultural (RDC)". Este contexto histórico derivó en la promulgación de la Ley Nº 871 en 2016, que establece que cada 18 de diciembre el pueblo boliviano conmemore el logro de un hito: el triunfo electoral del día domingo 18 de diciembre de 2005, cuando con "decisión orgánica" se alcanzó un resultado que abrió las puertas al autogobierno. Este hecho socio-político-cultural irreversible aún enfrenta enormes desafíos.
¿Qué implicaba una Revolución Democrática y Cultural?
La RDC representaba una celebración de principios fundamentales como la vocación democrática comunitaria y orgánica, la cultura de la vida, el pacifismo revolucionario y una conciencia interpeladora, creativa y transformadora. También suponía la capacidad de convertir la diversidad en un valor para construir unidad, sentando las bases para avanzar hacia el horizonte del "Vivir Bien". Su objetivo era revolucionar, transformar y constituirse como una alternativa digna de existencia frente a la crisis múltiple y multidimensional que amenaza a la humanidad, convirtiendo esta crisis en esperanza y, eventualmente, en realidad.
¿Qué pasó?
En algún momento, el discurso de la RDC se suavizó y comenzó a denominarse "proceso de cambio (PC)", una frase con la que no simpatizo del todo. Presumo que esta transición respondió al miedo o a una consideración hacia otras clases sociales, o quizá a una concesión a ideas que juzgaban desde la ignorancia de las "otredades". Se arguyó que había que adaptarse a "tiempos modernos", lo que debilitó el desarrollo del gran proyecto-país constitucionalizado por los sujetos históricos de la segregación. ¿Cuándo se redujo este movimiento rupturista? ¿En qué momento el PC se funcionalizó dentro de una estructura estatal anacrónica y poco compatible con los legados precoloniales de las Naciones y Pueblos Indígena Originarios Campesinos (NPIOC)?
Oportunismo y debilitamiento
El cambio dio paso al "oportunismo arrebatador", complementado con frases debilitadoras como "inclusión" y "no tenemos profesionales". Esto resultó en una dinámica que ralentizó la RDC, llevando a retrocesos evidentes que demandan ser evaluados a la luz de los anhelos del pueblo boliviano movilizado en las vísperas del siglo XXI. Urgen preguntarse si: ¿Es justo que este sacrificio histórico quede sin justicia y relegado al olvido? En mi caso, por principios revolucionarios, me resisto a aceptar esta posibilidad.
Retomar la autocrítica y los principios transformadores
Es imprescindible que las mayorías retomen el análisis crítico y autocrítico de los sueños originales para que la Plurinacionalidad sea un ejemplo de transformación institucional y mental. Esto implica desmontar esa modernidad desigual, colonial, racista y patriarcal, mientras se revitaliza la conciencia de la capacidad colectiva de construir el camino hacia el Vivir Bien. Hablar de revolución en estos tiempos no es absurdo. Al contrario, es una llamada a la coherencia y a la acción consecuente en beneficio del pueblo y la prosperidad de Bolivia.
Hacia una inclusión real
La inclusión real y efectiva implica transformar la injusticia en justicia, la desigualdad en equidad, la exclusión en reconocimiento, y la dominación en diálogo igualitario. Este esfuerzo también debe extenderse al campo de las posibilidades y decisiones políticas, desde una perspectiva decolonial y despatriarcal. Durante los debates entre los años 30 y 90, los partidos políticos fueron considerados herramientas de dominación y reproducción del poder. En respuesta, las NPIOC propusieron participar con formas propias de organización política, inicialmente bajo la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos (ASP) y más tarde como Instrumento por la Soberanía de los Pueblos (IPSP).
IPSP: Una herramienta política distinta
El IPSP, una propuesta innovadora y antónima al sistema partidista, enfrentó resistencia debido al racismo institucional. Obligados a adoptar la sigla del MAS, el proyecto original quedó subordinado al sistema partidista. Sin embargo, esta lógica podría haberse transformado para incluir al IPSP como una forma alternativa de organización política, con un cuerpo conceptual, axiológico y doctrinal coherente con los objetivos de descolonización y despatriarcalización.
A continuación, se expone las diferencias y/o fundamento del por qué el Pacto de Unidad en el proceso de RDC quería un instrumento de naturaleza orgánica con la que ejercer sus derechos políticos, concepción diametralmente diferente a un partido político, como se podrá evidenciar.
Comparación entre organización política y partido político
Aspecto |
Organización Política |
Partido Político |
Estructura del poder |
Horizontal, inclusiva, complementaria y participativa |
Jerárquica, vertical y centralizada. |
Participación |
Colectiva y comunitaria, basada en la corresponsabilidad y el diálogo proactivo |
Representativa y basada en elecciones. |
Gestión |
Corresponsable con y para la comunidad de la vida |
Gobernante-individuo como responsable. |
Administración |
Territorial y cosmogónica, integradora de tiempo, espacio y energía |
Economicista y orientada a recursos materiales. |
Principios |
Circularidad, rotación y servicio a la comunidad |
Caudillista, desigual y jerárquico. |
Cosmovisión |
Servicio a la comunidad de la vida, basada en principios armónicos y de equilibrio |
Poder por poder. |
Relación con el sistema |
Cuestiona y desmantela estructuras coloniales y patriarcales |
Reproduce sentidos de dominación en el sistema estatal moderno. |
Género y poder |
Despatriarcalización e igualdad de género, paridad y alternancia entre mujeres y hombres |
Jerarquías patriarcales persistentes. |
Finalidad |
Garantizar una existencia digna y equilibrada, en el que todos y todas procuran el Vivir Bien. |
Ganar elecciones y ocupar puestos de poder. |
Enfoque cultural |
Reivindica saberes ancestrales y prácticas plurinacionales, valora la diversidad por y para la unidad |
Homogeneiza bajo el modelo occidental. |
Este análisis evidencia cómo las NPIOC aspiraron a una forma distinta de ejercer derechos políticos. Contexto por el que una organización política, en el contexto de una Revolución Democrática y Cultural (RDC) en Bolivia, implica un modelo que supera las limitaciones del sistema partidista tradicional. Se caracteriza por ser inclusiva, participativa y basada en principios de horizontalidad, buscando reflejar las demandas históricas de las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios Campesinos (NPIOC). Estas organizaciones trascienden la lógica de poder por el poder, priorizando el servicio colectivo, la armonía con la naturaleza y el respeto a la diversidad.
En lugar de perpetuar estructuras coloniales y patriarcales, promueven la descolonización y despatriarcalización del ámbito político, con el objetivo de construir un Estado Plurinacional comprometido con el Vivir Bien y la autodeterminación de los pueblos.
Para ello, la clave está en revitalizar estas propuestas pre y Constituyentes, y dotarlas de una praxis coherente con los principios y valores ético-morales de nuestras civilizaciones precoloniales para avanzar hacia el horizonte del Vivir Bien, y en honor a nuestras abuelas y abuelos conmemorar la Revolución Democrática y Cultural con dignidad, orgullo y mucho jubilo, autogarantizandonos la plurinacionalidad y ejercicio real y efectivo de los derechos políticos como Pueblo boliviano.
Todo ese desafío, si se hace realidad, tendremos el campo de las decisiones y las posibilidades, la política y un ejercicio de derechos políticos – hombres y mujeres políticos con Ética y una cultura política de avanzada con representantes que conozcan el País y visionen hacerla próspera y referente (nuevamente) mundial de que los sueños y esperanzas se pueden convertir en acciones para auto devolvernos y caminar con dignidad hacia el Vivir Bien.
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