Febrero 10, 2025 -H-

Votantes ignorantes


Domingo 9 de Febrero de 2025, 8:45pm






-

Hace algunos días, un joven cabeza de alcornoque (lo digo por lo ligero), nos ha regalado un análisis que ha dado mucho de qué hablar. Algunos le han acusado de racista o machista, pero nosotros vamos a hacer un análisis un poco más profundo (en lo que a una columna de opinión cabe) y de paso vamos a aprovechar para hacer un recuento histórico de los votos y los votantes.

El análisis en cuestión se refería a que nos jodimos cuando el MNR dio lugar al voto universal y que debido a ello empezaron a emitir su voto personas poco cualificadas debido a su ignorancia y que debido a ello desde entonces se ha llevado al poder a malos gobernantes. “La gente que vota debería estar preparada” aseveró.

Algunos que lo criticaban cayeron en una falacia que vale la pena desmentir: acusaron al muchacho de machista pues afirmaron que el voto femenino se dio gracias a la ley del voto universal y aquello no es cierto. En realidad, fue Villarroel quien promulgó la ley del voto femenino en 1947, aunque en elecciones municipales. El voto femenino se había discutido en el parlamento incluso en 1938, por lo que mal se puede atribuir al MNR su obtención.

Pero veamos: bajo la lógica del joven comentarista, si las elecciones anteriores a las de 1952 fueron votadas sólo por gente educada y con propiedades, éstas deberían haber sido óptimas y garantizado la elección de los ciudadanos más aptos, es decir habríamos tenido buenos gobiernos al menos desde 1880; pero hete aquí que aparecen fenómenos como las elecciones del cheque contra cheque, donde la gente por muy educada que era, aceptaba sobornos de los candidatos para votar por Pacheco o por Arce; esto nos demuestra que la educación no basta, hace falta también un sistema de valores que no nos hagan caer en tentaciones como ésta.

Se me ocurre el gobierno de Enrique Peñaranda, elegido por haber estado en la Guerra del Chaco, pero de dudosa calidad moral, tanto así que le declaró la guerra a Alemania para vender barato el estaño, entre otros. Parece que el modelo censitario no era precisamente perfecto, a juzgar por quiénes nos gobernaron y lo que hicieron. Por otro lado, la exclusión de determinados grupos al derecho al voto, generó que éstos buscaran poder de otras maneras, como los pactos con políticos (el pacto indígena de Pablo Zárate Willka con Pando es un ejemplo), la creación de sindicatos y asociaciones, o el uso de medios de comunicación, bien llamado en la época el cuarto poder.

Además, tampoco es que en algún momento los candidatos fueran personajes probos y de grandes habilidades, y si los hubo, la fuerza militar, el fraude o el voto emocional no les dio la posibilidad de llegar a sentarse en la silla. En Bolivia, la institucionalidad del voto, la confianza en quienes organizan elecciones y en los propios políticos para que las respeten, dan mucho que desear, y eso es desde que nacimos a la independencia, no en vano tuvimos casi todo el siglo XIX de gobiernos provocados por golpes de Estado y no por voto directo.

El joven de marras parece no entender que en Bolivia la gente, sin importar su nivel educativo, vota por emoción, porque se siente representada por x o z candidato y eso es, en resumidas cuentas el acto del voto. Siempre he insistido que la sociedad boliviana es irracional (por favor, no lo digo de manera peyorativa, de hecho se dice que todos los latinos somos más emocionales que racionales, es una característica, que a veces nos ha resultado bien pues somos más humanos y otras mal, por ciertas decisiones que tomamos), no somos japoneses para sentarnos a analizar el programa de gobierno de un candidato, somos latinos que nos emocionamos con discursos y lloramos al ver a nuestro candidato o imaginamos que nuestra selección irá al mundial.

Empero, concuerdo con el muchacho en la necesidad de educarnos, esta época es la época de los simplismos, del pensamiento anacrónico y descontextualizado, del reel de un minuto que te resume pero no te permite acceder a los recovecos de las complejidades y por ello terminamos siendo víctimas de nuestras propias ideas. Termino pensando que de aplicarse la idea del joven comunicador que ha inspirado esta columna, tal vez gran parte de los bolivianos tendría vetado el derecho al voto, incluido él, y que quienes tuvieran autorización de votar, votarían nulo o en blanco.

///

.