Enero 24, 2025 -H-

Wandita ahora es empresaria y fraterna


Viernes 24 de Enero de 2025, 2:30pm






24 de enero (Periodiquito de Alasita, El Compadrito) .- En la bulliciosa ciudad de Bailópolis, una talentosa bailarina llamada Wanda era el centro de los flashes y atenciones. Todos quería una selfie con la sensual joven. Wanda era conocida por su increíble habilidad para bailar, pero también por su peculiar forma de ver la vida. Mientras sus amigas soñaban con ser estrellas del ballet, ella tenía un objetivo muy claro, “construir su propio patrimonio”.

Curiosa como era, muy pronto se cercioró de que las bailarinas de grupos cumbia chicha obtenían buenas ganancias al presentarse en prestes de las fraternidades. Ella quería ser una de ellas, para ello tuvo que hacerse un cambio trascendental. Dejó los tops y jeans. Vistió con polleras, corsé escotado y transparente, un sombrero borsalino para parecer cholita de nivel. Y, claro, no podían faltar sus joyas de oro.

Con el tiempo logró ser una bailarina reconocida, ganó mucho reconocimiento en el medio. Allí donde iba la saludaban, buscaban abrazarla y hacía precontratos. No se conformó. Siempre buscaba de donde generar más dinero.

Un día, mientras se preparaba para una presentación, Wanda escuchó a los pasantes de un preste hablar sobre la nueva tendencia de los negocios: “¡Inversiones en terrenos, edificios, condominios!” La idea le iluminó la mente como un foco en medio de la oscuridad. “¿Podría conquistar a uno de estos inversionistas e incluirme en los negocios?”, se preguntó.

Así vestida con una pollera de lentejuelas y una blusa de escote profundo y un par de tacones de 5 centímetros, Wanda puso en marcha su plan.

No solo iba a bailar, sino que también será parte de la sociedad de prestes y fraternidades. Y decidió aprender del ayni, la buena fiesta y hablar de compadrazgo.

En el próximo preste se presentó con un traje brillante y una sonrisa deslumbrante. Al ritmo de un tema chicha, bailó y se movió como siempre. Dirigió la mirada al hijo de un pasante que es abogado y tiene inversiones inmobiliarias.

El joven quedó impresionado con la belleza de la bailarina y tras su presentación empezó a pretenderla. La buscó algunos días después y la invitó a salir. Marco había caído en manos de Wanda, pero ella no quería arriesgarse al 100% y optó por la cautela.

Para ella primaba los negocios, pero para él era el amor. Ya con un tiempo de relación entre ambos, Marco contó a Wanda sobre sus negocios y le presentó a su mejor amigo y principal inversionista de inmobiliarias, Arnold Loreto.

La pareja y Loreto se hicieron muy amigos, se hicieron compadres, iban juntos a las grandes fiestas de la sociedad de morenazos del barrio 35. Así Wanda dejó de bailar y dio prioridad a los negocios.

Con la confianza de su pareja y Loreto se hizo dueña de un terreno con planes para la construcción de un edificio rascacielos. La venta de los departamentos ya estaba disponible, por lo que Wanda empezó a contar verdes.

El plan marcha muy bien y ella invierte su money o colque en negocios chicos y en un bar de diversiones. Todo marchaba color de rosa. Pero llegó un día negro, de esos que no quieres saber para nada. Lorito fue acusado por vender ropa falsificada. Su compadre no solo vendía inmuebles, también era chutero y contrabandista.

La ropa que dejaba en tiendas del sur era falsificada. Un grupo de comerciantes lo acusó de  ser un estafador. Los paquitos lo detuvieron y lo mandaron a la cárcel por mamón.

Wanda se sorprendió por la detención de Lorito. “¿Contrabandista y chutero?, pero si es inversionista”, se cuestionó. Intuitiva como es, empezó a desconfiar de su novio, quien, en realidad, solo tenía una fachada de inversionista y era igual que Lorito.

Pasaron algunos meses y Marco sorprendió a Wanda con las llaves de un auto, el último que salió en el mercado. La bailarina sospecha que fue comprado con dinero del contrabando.

Ella lo recibió con mucho interés y lo puso a su nombre rápidamente, pero siempre cuidaba sus pasos. “Yo no soy parte de sus negocios, yo administro una inmobiliaria y tengo un auto a mi nombre. No me pasará nada porque yo solo soy la enamorada y amiga de los acusados”, pensó.

Y fue ella quien denunció a Marco para que sea investigado y encarcelado. Su plan era que también lo detengan. Lo delató y se convirtió en testigo de cargo.

Marco fue encerrado junto con Lorito y Wanda se quedó con todo. Ella volvió a los prestes como la empoderada mujer de pollera, con inversiones, negocios y un auto último modelo.

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