Abril 29, 2025 -HC-

Los dueños de Chile

Son familias como estas las que, teniendo intereses multimillonarios en la situación surgida tras la Guerra del Pacífico, resultarían perjudicadas con un fallo adverso de La Haya en torno a la demanda boliviana porque, si se revisa la cuestión marítima, luego vendrán los otros pendientes como el Silala o el río Lauca.


Jueves 29 de Marzo de 2018, 2:45pm






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La mayoría de los chilenos están familiarizados con el título de este artículo. Libros, artículos de opinión, estudios… un sinfín de escritos lo usan como nombre y con bastante razón.

Se dice “los dueños de Chile” a los integrantes de aquellas familias que tienen la propiedad del aparato productivo y el comercio de ese país, al punto de que lo gobiernan indirectamente.

La mayoría de esas familias tienen apellido extranjero por cuanto descienden de inmigrantes que llegaron a ese país entre fines del siglo XIX y principios del XX, se establecieron y, con el paso de los años, lograron forjar colosales fortunas. Algunos de los apellidos más conocidos son Luksic, Edwards, Matte, Paulmann, Angelini y Said.

Luksic es el más conocido para los bolivianos porque es el apellido de Policarpo Luksić Ljubetić, un croata que emigró desde una isla de Dalmacia y se casó con la potosina Elena Abaroa Córdoba, hija de Andrónico Abaroa y nieta de Eduardo Abaroa Hidalgo, el héroe del Topáter. El hijo de ambos, Andrónico Luksic Abaroa, labró fortuna en la minería y fue la cabeza del Grupo Luksic cuya fortuna ronda los 15.000 millones de dólares

El Grupo Luksic se ha convertido en una multinacional que se basa en dos grandes empresas, Quiñenco y Antofagasta Plc. Esta última tiene operaciones en minería, fundamentalmente de cobre, pero también es propietaria del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia o Empresa Ferroviaria Andina.

Los potosinos comenzamos a escuchar hablar del Grupo Luksic cuando nos enteramos que también era propietario de la empresa Aguas Antofagasta que era la que vendía ilegalmente las aguas del Silala. Tras el reclamo boliviano por ese abuso, esta última empresa fue vendida al Grupo EPM de Colombia.

No es el único caso de una familia vinculada a los abusos de Chile, como es la explotación ilegal del Silala. Otro ejemplo es la familia Edwards, dueña del banco homónimo, que desciende de Agustín Edwards Ossandón que, con capitales chilenos e ingleses, fundó en 1868 la Compañía Melbourne Clark que después se convirtió en la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, la misma que presionó al gobierno chileno de invadir Bolivia cuando se le fijó el famoso impuesto de los diez centavos.

Son familias como estas las que, teniendo intereses multimillonarios en la situación surgida tras la Guerra del Pacífico, resultarían perjudicadas con un fallo adverso de La Haya en torno a la demanda boliviana porque, si se revisa la cuestión marítima, luego vendrán los otros pendientes como el Silala o el río Lauca.

Para proteger sus intereses, presionan a los gobiernos, sin importar que sean dictatoriales o democráticos, de izquierda o de derecha, y también ejercen influencia sobre la opinión pública porque controlan los medios de comunicación. La familia Edwards es dueña del influyente diario “El Mercurio” mientras que otra, con menos dinero pero igual poder, la Saieh, es dueña de los periódicos “La Tercera”, “La Cuarta”, la revista “Qué pasa” y radio Zero.

A través de esos y otros medios, estos pocos chilenos han sembrado la idea de que Chile no debe compensar territorialmente a Bolivia por haberle privado del acceso al mar.

Hace más de un siglo, Eduardo Matte Pérez, fundador del grupo que lleva su nombre, dio la fórmula cuando dijo que “los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio”.

Y el presidente Piñera, exdueño de ChileVisión y con una fortuna de 2.400 millones de dólares, es uno de los que la aplican.

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(*) Juan José Toro es Premio Nacional en Historia del Periodismo.

 

 

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