Recordemos que la OPEP a duras penas “acordó” “recortar” su oferta de volúmenes de crudo para tratar de “equilibrar” el mercado. Una “guerra” entre productores de petróleo “tradicional” (Arabia, Venezuela, etc) y los productores independientes “no-tradicionales” de petróleo víafracking (inversionistas de Estados Unidos, mayormente) y la producción “no controlada” de países fuera-OPEP es lo que impide, de momento, llegar a ese ansiado equilibrio de mercado. OPEP acordó (a fines 2016 en Viena) reducir su producción de crudo hasta 32,5 millones de barriles diarios (mbd) a partir del 01.01.2017 lo que significó que aproximadamente 1,2 mbd no “salieron” a mercado.
En ese contexto el país con la mayor reserva y altísima producción de petróleo del mundo, Venezuela, está son serios problemas de abastecimiento interno de combustibles refinados. ¡Cosa de locos!
Veamos algunos precios del contexto: cesta OPEP a USD 48,88/barril, el Brent, que cerró en 51,11, y del crudo Intermedio de Texas (WTI), que se cotizó en 48,20 USD/barril; y el precio del barril de petróleo venezolano está en aproximadamente (ésta semana) USD 41,19, cifra alta en comparación a la de USD 35,15 registrada en 2016. Esos bajos precios significaron para Venezuela menores ingresos y por ende menores inversiones en su estructura de exploración, producción, refino y comercialización de hidrocarburos.
Pese a los recortes de OPEP aún hay fuertes inversiones en producción de petróleo vía fracking y en producción de países no-OPEP lo que dificulta aún más que países con ingresos reducidos como Venezuela hayan mejora sus capacidad de atracción de inversiones nuevas para el sector.
Caracas y la mayoría de los estados venezolanos están en medio de una crisis de abastecimiento interno de combustibles.
Veamos porqué: primero la ausencia de inversiones privadas en un sector copado y cooptado por la politiquería. Segundo: la mayor parte de sus refinerías no fue objeto de modernización o upgrade con inversiones y tecnología adecuada; estando solo en funcionamiento la refinaría “Amuay” con apenas 40.000 barriles/día de los 200.000 que debería, señalan dirigentes y ejecutivos conocedores del sector. Tercero: el país más grande en negocios petroleros está comprando combustibles externamente! a precios de mercado y lo vende por algunos centavos por litro en el mercado interno, lo que causó un desfase en la economía; Cuarto: a precio barril bajo menos ingresos para Venezuela o sea menos posibilidad de tener dólares rápido y en mano para adquirir esa gasolina extranjera. Quinto: su estatal petrolera con serios problemas de financiamiento y con deudas, según informan legisladores y medios independientes; Sexto: los líos políticos y la ausencia de democracia por supuesto que degeneran las instituciones productivas. Sin democracia aunque Venezuela nade en petróleo no saldrá de su crisis.
El país importó alrededor de 75.000 barriles/día de refinados desde refinerías de Estados Unidos (en 2016). Vean eso: importó siendo una potencia petrolera global. Algo no funciona en el “modelo” de Nicolás Maduro.
El escenario es complicado: menos producción interna, menos refino, pocos cuadros altamente profesionales, cero inversión internacional y cero modernización y nueva tecnología. Según el diputado José Guerra, hay 15 barcos varados en el Caribe a la espera del pago para concretar la importación y dijo: "Pdvsa acumuló tanta deuda con proveedores que hasta que no se les cancele no entran despachos. Es una empresa morosa”.
Así está Venezuela. Una pena. La amada Venezuela, patria del Gran Libertador de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, Simón Bolívar, con penas y sufrimientos. Dios va a querer, en breve, que se pueda salir de semejante pantano.