Diciembre 23, 2024 -H-

“Tener sexo” y “hacer el amor”…

Porque, una cosa es “tener sexo” y otra es “hacer el amor”: esto último es la corona entre un varón y una mujer casados, mientras que emponcharse un condón solo para tener sexo -con todas sus variantes- equivale a ponerse un pasamontañas a fin de hacer lo indebido.


Miércoles 14 de Febrero de 2018, 9:00am






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El Ministerio de Salud ideó una campaña de prevención contra el VIH-SIDA, antes del Carnaval, consistente en regalar más de un millón de preservativos para prevenir infecciones de transmisión sexual, entregando gratuitamente: 200 mil unidades en La Paz e igual número en Cochabamba; 250 mil en Oruro; 50 mil en Tarija; 50 mil en conjunto para Potosí, Chuquisaca, Beni y Pando y ¡500.000 condones para Santa Cruz!

Bajo el lema de seguros y protegidos con preservativos, la entrega se haría en las terminales terrestres, teleféricos y durante las “entradas” de Carnaval.

Así las cosas, la idea sería prevenir el contagio del SIDA, gonorrea y otras infecciones de transmisión sexual, para poder darse el gustito del sexo con alguien no confiable.

Según datos de la Unidad de Epidemiología del Ministerio de Salud, entre 1984 y 2017 se reportaron cerca de 17.000 casos de contagio del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y de casi 3.700 personas con SIDA, sumando cerca de 21.000 los casos positivos de VIH, bordeando los 5.000 muertos por causa del SIDA.

6 de cada 10 personas que viven con VIH son jóvenes de 15 a 34 años de edad que en su mayoría fueron trasmitidos por “relaciones sexuales sin protección”, siendo los más promiscuos: Santa Cruz con casi el 48%, La Paz con cerca del 21% y Cochabamba con un 19% (https://www.minsalud.gob.bo/3070-salud-distribuira-1-250-000-preservativos-para-prevenir-vih-sida-en-las-fiestas-de-carnaval). Transcurrido el Carnaval y sus desenfrenos habrá que constatar con la estadística, la efectividad de tan liberal política.

En todo caso, la manera ideal de evitar el contagio de una enfermedad de transmisión sexual es el no tener relaciones con otra persona que no sea su pareja dentro del matrimonio…¡esto es ser responsable y cuidarse! Cualquier opción que exceda esto se llama simplemente promiscuidad y así se debería enseñar, incluso por “cadenas” de radio y televisión debería educarse así, por el bien de la salud pública.

Porque, una cosa es “tener sexo” y otra es “hacer el amor”: esto último es la corona entre un varón y una mujer casados, mientras que emponcharse un condón solo para tener sexo -con todas sus variantes- equivale a ponerse un pasamontañas a fin de hacer lo indebido.

Fluyendo el alcohol, la droga y las pasiones desordenadas por los placeres mundanos, póngase a pensar: ¿Cuántos violadores habrán usado un condón para hacer su maldad? ¿Cuántos embarazos no deseados; cuántos hogares destruidos y cuantas muertes, producto del Carnaval?

(*) Economista y Pastor

Santa Cruz, 14 de febrero de 2018

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