Es obvio que los alegatos ante la Corte Internacional de Justicia son seguidos también por los chilenos y el lugar donde hay más expectativa es la provincia de Antofagasta.
Su capital, la comuna de Antofagasta, es gobernada por una alcaldesa que tiene un discurso radical en contra de Bolivia, Karen Rojo. Así, mientras en Bolivia se preparaba “la gran oleada azul”, ella convocaba a los antofagastinos a izar la bandera de Chile para demostrar la voluntad de sus habitantes de querer seguir siendo parte de ese país.
Su posición se entiende, particularmente porque se trata de una política, pero el detalle es que, en medio de todo, lanza afirmaciones generales como aquello de que Antofagasta siempre fue de Chile.
Todo comenzó con el presidente Evo Morales quien señaló, en La Haya, que “Antofagasta fue, es y será territorio boliviano”. Su homólogo Sebastián Piñera replicó señalando que “de acuerdo al Tratado de 1904, Antofagasta ha sido, es y seguirá siendo chilena”. Rojo le secundó desde su comuna y hasta llegó a decir que el presidente boliviano “no está bien de salud mental” por decir lo que dijo.
La verdad es que Antofagasta fue territorio boliviano y decir lo contrario sería mentir. La tesis de que el antiguo Departamento boliviano del Litoral, donde se encontraba Antofagasta, pertenecía a Chile desde tiempos coloniales fue acuñada, sin éxito, en la dictadura pinochetista y, como se ve, fue heredada por los sectores conservadores de ese país.
Entre los muchos documentos que lo demuestran está, por ejemplo, una carta geográfica que el entonces teniente letrado del Gobierno de Potosí, Pedro Vicente Cañete, elaboró en 1787 para acompañar a un informe titulado “Guía histórica, geográfica, física, política, civil y legal del Gobierno e Intendencia de la Provincia de Potosí” que fue elevado al virrey del Río de la Plata, Nicolás del Campo. En la carta aparecen los seis partidos de la entonces provincia de Potosí: Chayanta, Lipez, Tarija, Chichas, Porco y Atacama.
El Departamento del Litoral se fundó el 2 de enero de 1867 sobre la base del antiguo partido de Atacama. El 22 de octubre de 1868 se fundó la ciudad de Antofagasta en la caleta de La Chimba. En un correo electrónico que me fue enviado el martes por Ernesto Daza, se me detalla, también, que esa ciudad fue fundada como emergencia por los daños que sufrió el puerto de Cobija, prácticamente destrozado por un terremoto y un tsunami. La comisión oficial para fundarla estuvo integrada por Abdón S. Ondarza, José Taborga, Calixto Viscarra, Agustín Vidaurre y José Santos Prada. “Ese mismo año 1868 se levantó el primer plano de Antofagasta por los agrimensores bolivianos José Santos Prada e Hilario Ruiz, demarcando límites y sitos de esta nueva ciudad, llamada hasta ese entonces puerto de La Chimba”, agrega. En 1875, la capital del Litoral fue trasladada desde San Pedro de Atacama a Antofagasta.
Entonces, Antofagasta fue boliviana y eso debe quedar tan claro como que no volverá a serlo. “Debería estudiar historia”, dice Daza sobre las declaraciones del presidente Piñera que, como se sabe, fue quien decidió interrumpir el diálogo con Bolivia en su primer mandato. Lo que debe quedar claro es que el actual proceso ante la Corte Internacional de Justicia no busca la restitución del Litoral, ni de Antofagasta. Los límites fueron definidos por el tratado de 1904 pero queda pendiente el problema de la cualidad marítima de Bolivia. Lo que se pretende es que Chile vuelva a la mesa de negociaciones para hablar sobre este tema, no el otro.
(*) Juan José Toro es Premio Nacional en Historia del Periodismo.
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