Diferentes instituciones del quehacer productivo y comercial del país han brindado su Informe Anual y ninguna ha dicho que el 2016 fue una maravilla, lo que viene a confirmar desde el día a día de la microeconomía, lo que los agregados de la macroeconomía muestran ya: el PIB del país creció una vez más en el 2016 pero creció menos que antes, producto de la desaceleración de la expansión producida por el negativo impacto de un contexto menos favorable para la venta de materias primas y productos sin mayor valor agregado, grave para la economía boliviana que -según la CEPAL- volvió a reprimarizar sus exportaciones en los más de diez años de bonanza que vivió el mundo, tornando al país más dependiente y vulnerable del acontecer externo.
Y es que -como todo en la vida- también la economía sube y baja, y la gran virtud está en saber leer tal situación a fin de no “farrearse” el auge como si fuera eterno (caso Venezuela, para mostrar algo extremo) y ser previsores para el momento en que haya que retornar a la cruda realidad y la normalidad de otrora.
La gran mayoría de instituciones informó públicamente la evolución de su sector, dando cuenta de sus cifras -cifras rojas, por cierto- derivadas de la baja de los precios internacionales, que golpeó al sector exportador; una creciente competencia de bienes baratos que son importados restando espacio a la industria nacional; el embate de las plagas y el clima, que arruinó al sector agropecuario; y, el menor dinamismo de la demanda interna, golpeando al comercio dada la baja de ingresos por la pérdida de empleo. Salvo contadísimos casos, a casi todos no les ha ido bien este año, algo que se veía venir…
Hace unas semanas tuve la satisfacción de escuchar la Conferencia Magistral “Desafíos de la Gestión Empresarial en el Actual Entorno de Negocios” por parte del Ing. Martin Rapp, en un almuerzo ofrecido por la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM). Confieso que si no hubiera sido por el dulce postre, hubiera salido más amargado -ciertamente no por la comida- sino por lo oído...
Exportamos la mitad del 2014; perdimos 5.000 millones de dólares de RIN en dos años; las exportaciones siguen cayendo, dejando de circular 6.000 millones en 24 meses; las importaciones caen menos, pero Bolivia cambia de país superavitario por más de una década, a tener déficit comercial; de hecho, hoy tiene “déficits gemelos” (fiscal y comercial); las remesas de los trabajadores, amortiguan en algo; la Inversión Extranjera Directa se desplomó; el desempleo crece; la informalidad aumenta como respuesta a esto último; la presión tributaria sobre la formalidad sube; vamos mal en cuanto al ambiente para hacer negocios; retrocedemos en competitividad; la corrupción sigue siendo un problema; entre otras cosillas más. La esperanza lanzada por Rapp de cara al 2017 en adelante es que Bolivia pueda pasar de la desaceleración a la recuperación, sin caer en recesión, para lo cual sería bueno que el gobierno implemente mejores políticas.
Conversando sobre el mismo tema con el Presidente de NIBOL, Carlos Paz G., coincidí con su visión sobre cómo Bolivia debería enfrentar el futuro: empezando por ver lo que antes no se veía, al habernos acostumbrado a vivir en un ambiente de bonanza; si el 2016 hubo sequía y el 2015 exceso de lluvia, hay que prepararse para embates futuros; que el precio del petróleo ya no será el de los 100 dólares de antes, por lo que en el sector público como en el privado deberá haber ajustes. En cuanto a este último: vivir la nueva realidad trabajando internamente, mejorando procesos, bajando costos y gastos, apuntando a una mayor productividad y competitividad sabiendo que la economía es cíclica y que estamos en la curva de bajada.
“No es la primera vez que esto pasa y no será la última, lo sabemos los empresarios”, dijo, recomendando ingenio, innovación y ver nuevas opciones en el nuevo escenario.
“El gran reto es seguir creciendo, con menos dinero; para ello es necesaria una alianza con todos y para todos, donde la ´confianza´ sea la palabra mágica para atraer más capitales nacionales y extranjeros”, reflexionó.
Para descargar: http://www.eldeber.com.bo/opinion/De-la-desaceleracion-a-la-recuperacion-20161224-0028.html
"EL DEBER" - DIARIO MAYOR, Santa Cruz, 22 de diciembre de 2016